Os podréis preguntar por qué Carlos y Santi viven juntos siendo tan radicalmente distintos. Pues bien, la explicación vive en el piso de abajo y no es nada más y nada menos que La Tía Carmen.
Hijos de parejas trabajadoras Carlos y Santi se quedaron desde la escasa edad de seis meses al cuidado de una vecina del barrio. Ella los cuidó hasta que empezaron a ir al colegio, iba a recogerlos y los tenía en su casa hasta que sus familias venían a recogerlos… vamos, que se convirtió en La Tía Carmen.
Digamos que ni Carlos ni Santi tienen una vida muy productiva, por lo que a sus años ninguno de los dos habría abandonado el hogar materno por sus medios. A la muerte de su hermano, el tío Ernesto para más señas, la Tía Carmen les alquila o les presta, o algo intermedio, el piso en el que vivía a sus dos chavales.
La Tía Carmen tiene muchas virtudes, pero tal y como descubriremos en uno de los capítulos de PT, sus croquetas son tan especiales que desafían todas las leyes de la física.
Para encarnar al personaje de la Tía Carmen contamos con una divertida y entrañable actriz, Mara Ballestero, cuya cara te resultará familiar.
